lunes, 28 de enero de 2013

CUANDO EL EBRO SE INCHA


Frente a la sede de la CHE
"No queremos destruir el Ebro, queremos convivir con él"



Centenares de personas se concentraron frente a la Confederación Hidrográfica del Ebro para exigir la recuperación y limpieza del cauce del río. Leyendo un manifiesto Termino con la lectura y con la decisión de hacer manifestaciones tantas veces como sea necesario.

 MANIFIESTO

Los habitantes y vecinos de los municipios rurales de la ribera del Ebro, estamos hoy frente a las puertas del CHE para demostrar a los responsables de esta entidad,  y a gobernantes políticos. Que exigimos la recuperación y limpieza del cauce del rió Ebro a su paso por nuestros municipios.
Un año más nuestros campos, nuestras casas y nuestras localidades se han visto gravemente afectadas y amenazadas por las aguas del rió Ebro.
En esta ocasión, hemos sufrido una riada de 200 m3 / sg, un caudal notable mente inferior al registrado  en el año 2003-en el que por la ribera atravesaron 3320 m3/sg. Y sin embargo, hemos podido observar como zonas anegadas que hace diez años no lo fueron, y nuestros cascos urbanos han vuelto a estar seriamente amenazados.
NECESITAMOS URGENTEMENTE LAS INTERVENCIONES NECESARIAS PARA QUE NOS ASEGUREN LA SOSTENIBILIDAD EN EL MEDIO RURAL.







Centenares de personas se han concentrado este domingo frente a la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza para reclamar la recuperación y limpieza del cauce del río Ebro.

Según han expresado todos representantes de los colectivos asistentes a la concentración, los municipios rurales de la Ribera del Ebro se ven cada año "más afectados" por incrementos "ordinarios" del caudal  que, hasta hace unos años, "no suponían ninguna amenaza".

Desde hace diez días los pueblos de la ribera alta tienen sumergida bajo el agua más de 9.000 hectáreas de cultivos, debido a dos crecidas de carácter ordinario que, según ha explicado el portavoz de la plataforma de Afectados, Antonio Manero, "han causado los mismos daños que si hubiesen sido extraordinarias".

Durante su intervención, Manero ha insistido que el dragado del cauce, desaconsejado por algunos expertos, "se ha hecho toda la vida y tiene que seguirse haciendo" para acabar con el "peligro" que sufren estos municipios.

Entre los asistentes se encontraban habitantes de municipios como Novillas o Boquiñeni, que han estado en riesgo de desalojo debido al incremento del caudal en los últimos días. Según Manero, si la riada hubiese llegado a los 4.000 metros cúbicos por segundo registrados en 1961, en lugar de los 2.000 que tuvieron lugar, el río "hubiese arrasado pueblos y cultivos".

En el caso de Boquiñeni, la acumulación de sedimentos y vegetación ha hecho que el río se encuentre a casi dos metros de altura del pueblo, cuando hace más de 40 años estaba "casi al mismo nivel".

"Estamos acostumbrados a que nuestros huertos y cultivos se echen a perder, pero lo que ahora también están en peligro son nuestras casas", explicaba Jesús Almau, vecino de Boquiñeni. "No puede ser que se nos inunde el pueblo cuando en 1961, con el doble de caudal, no pasó nada".

En este acto, que ha sido impulsado por la plataforma de Afectados por las Inundaciones del Ebro en colaboración con los sindicatos agrarios, se ha exigido la inmediata actuación de las administraciones responsables, que den ayudas directas por los daños en las cosechas y reparen las infraestructuras dañadas para garantizar a la población su "derecho a vivir en los pueblos con seguridad". De igual forma, se ha pedido, tanto a la CHE como al Gobierno de Aragón que dejen a un lado las promesas y empiecen a trabajar, dando "ayudas directas" para los daños en las cosechas y reparando de forma "urgente" las infraestructuras afectadas. 

"Llega un momento que las motas no pueden hacer de diques en los pueblos",
explicaba María Teresa Martínez, alcaldesa de Pina de Ebro. "Tiene que empezar a actuarse con sentido común. No queremos destruir el Ebro, queremos convivir con él".
Búsqueda de una "solución integral"

A pesar de que habrá que esperar a la primavera para comprobar los daños causados en todos los cultivos que se encuentran en parada invernal, como los frutales o la alfalfa, ya se han hecho las primeras estimaciones sobre las consecuencias de estas inundaciones.

Según el sindicato agrario UAGA, los perjuicios causados hasta el momento en los cultivos de invierno pueden cifrarse en 15 millones de euros, algo que, según han coincidido todos los asistentes, podrían haberse evitado "con la limpieza del cauce".

Desde UAGA consideran necesaria la búsqueda de una "solución integral", que permita actuar sobre "la raíz" del problema. Como ha manifestado su secretario general, José Manuel Perella, desde este sindicato pretenden lanzar una iniciativa parlamentaria a Europa para "flexibilizar" la normativa medioambiental actual, que permita "respetar el medio ambiente pero también la vida de los pueblos y de sus habitantes".

OPINIÓN ; Es un  asunto que viene de años atrás, se viene dando largas al asunto, si dar una respuesta contundente al asunto. ¿que tiene que ocurrir para intentar dar solución? ¿una tragedia mayor? Si esto no se soluciona tengan por seguro que cuando menos se espere ocurrirá.

Saludos; Santiago. 

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